Cabalgando

Empezaron el viaje conociendose. Aquel calor húmedo no era para ellos y al atardecer pudieron llevar a la Frontera de Georgia. Los manglares de Florida dieron paso a grandes extensiones de grano y frondosos bosques. Con el clima seco y la temperatura contenida empezaron a aumentar el ritmo. Poco a poco los dos iban conociendose.... Respetandose... Cuando Darling desentumecía sus músculos era el momento del jinete. Apretar las piernas, calar los estribos y apretar los dientes. No hacia falta agarrar las riendas. Era como si ya supiera el camino. Los estados fueron cayendo sin problemas.... Tenesse, Kentucky, Missouri... Con sus plantaciones de algodón, sus caudalosos ríos, Ohio, Missisipí.... Los "vapores" subían río arriba con sus humeantes chimeneas, pero Darling no paraba! Se permitía un respiro para beber agua, comer y dormir. Dom hacía lo mismo. No le iba nada en aquella locura, simplemente poder decir algún día que había conseguido ir de costa a costa de aquel continente. Del Atlántico al Pacifico. A veces compartía parte de la ruta con otros jinetes. Cabalgaban rápido, adelantando carros y diligencias de ocho caballos y se despedían con una mirada y un roce en el ala del sombrero.