14/6/12 Camino a Alaska.

Dejo Vancouver. Voy vestido con mi chubasquero. Parezco un monstruo amarillo. La ruta es preciosa. Es una carretera amplia la High Way 99. Las curvas se suceden entre altas montañas. Paso por las instalaciones de una estación de esquí. Luego me entero que albergaron los juegos olímpicos de invierno de Vancouver. Paro para comer y reportar gasolina y oigo un ruido. Mi casco ha caído al suelo y le hago una chapuza con cinta americana, espero que se pueda arregla, que rabia!!!! Sigo toda la tarde. Me he dado cuenta que cuando hago más km es por la tarde,me siento mejor más despierto. Me he propuesto hacer una buena tirada y he visto una carretera secundaria con el Google maps que parece que acorta un poco. Veo un grupo de motos mientras me preparo para continuar la marcha e intentando pillarlos me equivoco de camino. Me doy cuenta porque llego a un lago y no hay salida, arrrgggg vaya diita! El casco y unos 30km más por bobo! El cruce está poco visible, posiblemente me lo hubiera saltado igual. Paso por un pantano y por numerosos pasos a nivel y puentes de madera. No me extraña los bosques son inmensos. Por fin llego a la carreterita. Ese cruce no me lo paso, aunque miro y remiro Google maps porque es un camino forestal. Bien pavimentado pero de tierra. Se me está haciendo de noche y veo un hombre en un merendero con una estufa enmedio. Es un mochilero que viaja con la perra de su vecino. La rotweiler no deja que me acerque. Charlamos amistosamente. La zona de acampada no tiene duchas y el lago debe estar helado. Al despedirnos me regala unas barrigas de cereales con caramelo. Sigo tirando y veo un grupo de ciervos. Saltan la valla de una granja sin problema y eso que debe da hacer más de un metro de altura! Aquí el ocaso dura mucho. A ultime hora decido plantar la tienda de campaña en un campground y diós dirá...